Recorrido por el valle Aranerreka
A la salida de Villabona se encuentra la casa Etxeondo. Comenzaremos el recorrido junto a la casa, siguiendo el camino que comienza junto al muro de piedra. En seguida llegaremos a un puente, que cruzaremos y continuaremos el recorrido por la derecha, pasando por el túnel.
Al otro lado, subiremos una cuesta entre casas, y en cuanto lleguemos a una carretera, continuaremos andando hacia la derecha, por el camino más llano, el que indica hacia el caserío Zeberio.
El camino tiene una pequeña cuesta y después de pasar el caserío bajaremos hasta llegar al rio, donde comenzaremos a llanear. En unos minutos llegaremos a otro puente, que cruzaremos. Seguiremos el camino de la derecha, y al llegar a un tercer puente, iremos hacia la izquierda.
Caminaremos siguiendo el curso de la regata Aranerreka, por entre los caseríos diseminados. Cuando llevemos más o menos media hora de recorrido, pasaremos por delante del caserío Erreka. Aquí, la regata se convierte en Troskaerreka, y unos metros más arriba, después de pasar el caserío Etxezarreta, a la altura de un caserío semidestruido, desaparece bajo el suelo en épocas de poca agua.
Desde el caserío Erreka, podemos volver por el mismo camino, o si continuamos de frente nos adentraremos en el bosque y el camino nos llevará al monte Loatzo o a Lizarra. Si continuamos por el camino que sube por la izquierda y pasa por detrás del caserío, iremos hacia Amasa.
- Duración: 1h.
- Dificultad: fácil
- Desnivel: 99 m.
- Distancia: 4 km.
- Salida: Villabona
Para visitar
Casa solar Etxeondo
La casa Etxeondo fue construida alrededor del siglo XVI y hasta la década de 1970 estuvo aislada del casco urbano de Villabona, rodeada de sus terrenos. Todavía mantiene junto a la casa un parque, con un gran cedro libanés. La casa solar, con tejado a dos aguas y tres arcos de entrada, ha pertenecido durante generaciones a la familia Ameztoy, y en los últimos años era la residencia y el estudio del pintor surrealista Vicente Ameztoy, fallecido en 2001.
Caleras
Durante siglos la única manera de conseguir cal para la huerta, o para blanquear las paredes, era haciéndola en los caleros. En el recorrido nos encontraremos con varios, dos de ellos bastante bien conservados. Cada caserío o grupo de caseríos solían tener su propio calero, ya que era un material necesario. Hay caleros de dos tipos, los tradicionales en los que se hace la cal de una vez, y las de estilo francés, en las que se van alternando capas de madera y piedra, y se va llenando según se necesite la producción desde la boca superior.
Avellanos
El recorrido de la regata Aranerreka está rodeado de árboles y arbustos, formando en muchos casos un bosque galería sobre el agua. Entre todos los árboles que se encuentran junto al camino se pueden ver numerosos avellanos, todavía en flor los meses de invierno. Durante siglos, además de recoger su fruto, sus ramas, se ha utilizado para hacer bastones, paredes de zarzo y cestas, ya que tiene una madera muy resistente.
Caseríos Mikeligartza y Musturi Azpi
Los caseríos de Aranerreka pertecenen al barrio de Amasa. En el siglo XVI ya existía Amasa, y fueron algunos vecinos que bajaron al valle los que fundaron Villabona, siendo al principio barrio del primero. En el valle de Aranerreka podemos ver algunos caseríos bien conservados, como Musturi Azpi, construído completamente en piedra, según cuenta la leyenda con las piedras que sobraron de la iglesia San Martin. El caserío Mikeligartza en cambio conserva su estructura de madera original a la vista
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