Predecir con refranes

'Arrats gorri, egunsenti sargori' dio esaera zaharrak.

Predecir con refranes

Las predicciones de los refranes meteorológicos no siempre son fiables

Amaia Núñez Yarza

‘Nieve de octubre, ocho meses de nievedice el refrán, pero, ¿cómo saber hasta qué punto es cierto? Este año comenzamos octubre con bajada de temperaturas, será verdad lo que dice el refrán?

Muchos refranes y dichos hablan del tiempo, con el propósito de adelantar lo que hará tanto en los próximos días como en los próximos meses. Hay que tener en cuenta que en la época en la que se crearon no existían previsiones meteorológicas y, con lo visto día a día, recogieron en dichos lo que consideraban el modelo meteorológico más habitual. « los refranes son fruto de un tiempo continuado de observación meteorológica», explica Luisa Hurtado, meteoróloga de la Aemet y autora del libro ‘Meteorología en los refranes’. En consecuencia, afirma que «no es adecuado hablar de ‘acierto’, pues no se trata de una adivinanza. Tampoco de ‘casualidad’».

Refranes creados por necesidad

Los agricultores y marinos de antaño querían saber qué tendencia iba a tener el tiempo, ya que en ello se basaba su quehacer diario: necesitaban varios días soleados para cortar la hierba, para luego secar bien y que no se pudriría al guardarla en el desván. Los marinos, en cambio, se jugaban su vida si un brusco cambio de tiempo les sorprendía en el mar. «En mi opinión, lo que destacaría de los refranes meteorológicos es que aquellos hombres, sin instrumentos, sin un calendario e incluso sin un reloj, perseguían los mismos objetivos que los servicios meteorológicos actuales: saber qué tiempo va a hacer mañana, anticipar cómo será el invierno o el mejor momento para realizar la cosecha».




Así, la conclusión lógica es que con lo visto día a día se pretende transmitir los modelos más habituales a las generaciones posteriores. «En meteorología, es muy importante: medir y observar la atmósfera con los mismos instrumentos y de la misma forma; y, poder asociar toda esa información y datos, al lugar concreto en el que se realizaron medidas», explica Hurtado sobre el trabajo de los meteorólogos actuales, al tiempo que pone en valor el papel de los hombres de la época: «En este sentido los hombres que crearon los refranes meteorológicos suplieron la primera condición (no podían hacerlo de otro modo) con su interés por los fenómenos meteorológicos y el propósito de dejar lo aprendido a sus vecinos y a las generaciones que les seguían».

Localización de los refranes

Sin embargo, se les olvidó mencionar un dato muy útil en la mayoría de los casos: el lugar. Porque sin saber este dato los refranes muchas veces pierden su valor. Hay que tener en cuenta que «entonces las personas no viajaban, vivían donde nacían, no tenían un reloj o un calendario y menos aún un mapa o algo que les permitiese saber en qué lugar del mundo se encontraban ». Pero la globalización y facilidad de movimiento actual ha permitido decir muchos dichos fuera de su sitio, «Lo que inevitablemente hace que pierdan parte del valor que tendría desde un punto de vista meteorológico».




Así, los refranes más útiles son los que tienen una localización geográfica precisa, y después de estos, los realizados a corto plazo. «Aquellos que describen y ponen la atención en el estado del cielo, en las nubes y en los meteoros y que contienen información sobre cómo van a evolucionar en un plazo más o menos corto».

En busca de precisiones, en algunos casos tomaban como modelo la actitud de animales y plantas. Estos son, a menudo, los dichos más precisos. «Los refranes fenológicos hablan de cosas mucho más concretas, cosas que ocurren o no ocurren, sobre las que hay muchas menos incertidumbres: cuándo pone la gallina, cuándo florece el almendro… Por eso estos refranes son menos ambiguos y más certeros, son refranes que registran los cambios que el tiempo y el clima provocan en los seres vivos y cómo estos responde a ellos».

Déjanos tu opinión

Cristaleria Añorga Txiki
Arretxe lorategia
Gruas y Transportes Urbieta