El primer coche carrozado por los hermanos Irizar
En su carrocería de San Antonio de Ormaiztegi convirtieron en civil un camión militar Berliet
Antes de meternos con esos vehículos Fiat 15 Ter, traídos de la Primera Guerra Mundial para reconvertirlos en “auto-diligencias” que dieron servicio a varias líneas en la costa, vamos a conocer la curiosa historia del primer camión Berliet CB1-1914, en versión de vehículo de guerra, que adquirió la “Tejeria Zelaikoa” para su fábrica de Ormaiztegi.
Lo hemos elegido por ser el primero que carrozaron los dos hermanos Irizar, como pioneros que fueron en Ormaiztegi, tal y como conoceremos después. El segundo y tercer camión carrozados fueron esos dos Fiat 15 Ter, traídos de dicha guerra desde Italia, y que después dieron servicio en una comarca cercana según veremos en la siguiente crónica. Uno de esos vehículos ya desapareció “achatarrado”, pero el otro fue reconstruido por los Echeverria tras una costosa restauración histórica, que el periodista Aitor Ubarretxena tituló con mayúsculas a sus autores como los “resucitadores de muertos”, y no le faltaba razón, según veremos después.
La verdad del asunto es que, al acabar dicha guerra, los vencedores tenían miles de vehículos usados a precio barato, más o menos al 50% de los nuevos, con el único objetivo de hacer negocio reintegrándolos a la vida civil. Los compradores tenían que reacondicionarlos para esa segunda vida útil, y de esa forma, aquí se fueron creando poco a poco las primeras líneas de autobuses rurales entre 1920/1924.
La historia de este camión Berliet de la tejería es ésta: Cuando los primeros dueños de esos dos vehículos Fiat 15 Ter los llevaron en 1919 a los hermanos Irizar de Ormaiztegi para carrozarlos se encontraron con que tenían un vehículo por delante para lo mismo. Ese camión era el Berliet que Andrés Telleria de “Zelaikoa” había adquirido en el garaje Garnier de Donostia para su tejería de Ormaiztegi.
La foto 1 muestra, en ese caserío “Urbieta bigarreta” el taller “Muebles San Antonio” de Ormaiztegi, donde los hermanos Irizar, Cecilio y José Lorenzo, tenían una fábrica de muebles en la parte alta y otra de carros de madera en la bajera, donde empezaron después a trabajar también como la primera carrocería para coches a motor.
El paso de ese camión Berliet CB1-1914 en versión militar a coche civil, consistía en añadir una cubierta de chapa a su cabina de conducción, además de las dos puertas de entrada, dado que en la versión militar tan solo llevaba como cabina una lona atirantada a la carrocería del camión, según vemos en la foto 2 el modelo original de la casa. Esta empresa la fundó Marius Berliet en 1901, y estuvo activa de forma independiente hasta su absorción por “Renault Vehículos Industriales” en 1978.
Jesús Mari Echeverria aporta ahora la antigua historia del vehículo obtenida por su padre del habitante de más edad de los que vivían entonces en el antiguo palacio Intsausti de Azkoitia, y es esta: Cuando Jesús (padre) compró uno de esos dos vehículos Fiat 15 Ter a los de dicho palacio en 1960, éstos le dijeron que lo habían adquirido a los socios de la primera línea de auto-diligencias ‘Zumarraga (estación)-Zestoa (balneario)’ hacia finales de 1920/1930.
Fue dicho señor del palacio quien le contó a Jesús cómo, cuando los socios de la línea llevaron el vehículo a carrozar en 1919, se encontraron con que estaba delante suyo ese primer vehículo Berliet que los hermanos Irizar carrozaron. Los dos Fiat 15 Ter fueron pues el segundo y el tercer coche que carrozó ese “embrión” familiar de carrocerías Irizar de Ormaiztegi. Quede pues así para la historia, aunque lo veremos de forma más amplia en el próximo artículo sobre dichos Fiat 15 Ter, que funcionaron en esa primera línea Zumarraga-Zestoa de “autos-diligencias”.
La segunda parte de esta curiosa historia es que, justo estando un día con Jesús Mari Echeverria, me abrió un contenedor que le había llegado. Allí dentro estaba desmontado un modelo idéntico a este primer Berliet CB1-1914 que carrozó la “Tejería Zelaikoa”, según hemos hablado en los párrafos anteriores como el primer vehículo de la historia que carrozaron los hermanos Irizar. Según me dijo, también lo había adquirido con intención de restaurarlo conforme al proyecto original de la casa Berliet, cuya documentación tienen.
En el cuadro 3, vemos las fotos 3a, 3b, 3c, 3d, 3e y 3f de tal vehículo, y se corresponden así: Echeverria junto al contenedor abierto; la parte frontal de dicho modelo Berliet; el motor del coche; la tracción delantera; la trasera; y, finalmente, una parte del mecanismo transmisor.
A nosotros, profanos en la materia, nos parece imposible que se puedan restaurar todos estos vehículos partiendo de conjuntos en tal estado de abandono, aunque, por lo que conocemos ahora sobre la sapiencia y tesón de estos especialistas, sabemos que es factible. Daba Aitor Ubarretxena a dichos restauradores de coches el nombre de “resucitadores de muertos”, apodo que les retrata muy bien, aunque tal vez le falte una coletilla final: “resucitadores de muertos vivientes”. Increíble.
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