Jesús Mari Echeverria: el reconocimiento a un merecido prestigio
Jesus Echeverria ha sido invitado a visitar una gran colección de coches en el norte de Inglaterra
Al inicio del año 2025 dos personas aparecieron en Beasain con un coche Hispano Suiza modelo H6B del año 1925. Uno resultó ser un neoyorkino de 79 años y el otro un joven inglés treintañero, los dos con un aire más o menos despistado, que parecían buscar algo; y, puesto que ninguno a los que habían consultado hablaba inglés, nada habían sacado en claro. Parece que los astros se alinearon ese día, dado que apareció casualmente junto a ellos Anartz, el hijo de Jesús Mari Echeverria, quien al ver semejante coche les dijo en inglés: ‘¡Mi padre tiene varios de estos!’.
Una media sonrisa incrédula se dibujó en sus caras, pero muy educadamente le dijeron: ‘¿Y, que coches son?’. Anartz, que desde pequeño conoce los vehículos de su padre, les dijo de carrerilla todos los modelos Hispano Suiza que tenía restaurados. Al punto se desdibujó de sus caras esas medias sonrisas y le preguntaron si podían hablar con él de los coches. Dicho y hecho, le siguieron en su flamante H6B hasta donde estaba Jesús, y de allí fueron a ver los vehículos.
Ambos se quedaron anonadados. El americano casi en “shock” cuando Jesús les enseño su Hispano Suiza H6C, que él estuvo buscando años y años por Nueva York, con una gran historia detrás, que también veremos otro día. El modelo de la foto 1, hoy “residente” en Beasain, lo compró Jesús en Connecticut en diciembre de 1999. Su primer dueño fue Clarke D. Pease, delegado en EEUU de Hispano Suiza. Éste era un avispado vendedor, que, como técnica de venta, paseaba casi a diario con este coche H6C mostrándolo por los campos de golf de Nueva York. Utilizaba esos campos como “escaparates” para la marca, pues sabía que sus virtuales clientes estaban allí, en esos ricos magnates.
Tanto el americano como el inglés seguían sin dar crédito todavía a lo que sus ojos veían. El mayor de ellos había estado media vida buscando dicho modelo H6C en Nueva York, supo por un contacto que había venido a Europa, pero ignoraba a donde y a quien; y, mira tú, que estaba en Beasain. Echeverria les dio toda la información sobre su adquisición, papeles, datos técnicos de la restauración, etc.
Finalmente, esos dos visitantes, viendo los conocimientos de su interlocutor le preguntaron su opinión sobre el coche que ellos habían traído a Beasain, a ver que le parecía la restauración hecha a ese modelo H6B. Tras revisarlo, Jesús Mari les dijo que en origen era un magnifico modelo, pero que no estaba bien restaurado conforme al proyecto original. Tras otras preguntas por ambas partes, le dijeron cómo lo habían adquirido en Barcelona, pero tras ciertas consultas hechas a otras fuentes, le confesaron que ya tenían sospechas de lo que señalaba Echeverria.
Como buen anfitrión, Jesús Mari les invitó a comer al “Artzai enea”, de donde todos salieron contentos de haberse conocido y con la promesa de un “gentlemen” de Ataun de enviarles por escrito todos los defectos observados en la restauración de ese coche H6B que habían traído, copias de las fuentes consultadas, más un gran libro de su biblioteca que podrían consultar. Pasaron unos meses hasta que un día de mayo, tras haber enviado ya todo lo prometido, le llegó a Jesús una invitación para ir al norte de Inglaterra a visitar en una gran mansión su colección de coches.
Allí se presentaron hacia finales de mayo de 2025, con la sorpresa de que su destino era un gran palacio, en donde fueron recibidos por tres personas de la familia propietaria. Al rato de charlar con ellos, dos se excusaron y se marcharon, mientras que la otra se dedicó a enseñarles la gran finca agrícola que tenían en explotación y su colección de coches, mucho mayor que la suya.
Jesús les asesoró de nuevo sobre otros dos coches Hispano Suiza que tenían en mal estado, y que eran un “Alfonso” y un 15/20, éste similar al coche gallego de la foto 2 de 1913, que Jesús compró en junio para restaurar. Tras decirles que les ayudaría con gusto en la restauración de ambos coches, siguieron hablando de ese fascinante mundo de los coches históricos. Las dos personas que se habían ausentado vinieron para decirles que la mesa estaba preparada. Los aristócratas se habían ido solo para prepararles una exquisita comida como muestra de gratitud por la ayuda prestada.
Como final mostramos en el cuadro 3 seis conjuntos de ese coche de la foto 2 en fase de restauración; foto 3a, frontal del 15/20, en proceso de montaje de piezas, remachado, etc.; 3b, cabeza del dragón con tubo hasta la bocina del piloto; 3c, motor ahora en perfecto estado de revista; 3d, habitáculo del piloto con la perilla 3dd por fuera, sonante a través de dicha cabeza; 3e, habitáculo trasero en tal proceso; y, 3f, farol de carburo iluminador de dicha matrícula trasera.
La lectura que sacamos de todo este “affaire” es que vinieron aquí para hacer alguna otra gestión, pero pasaron por Beasain porque tenían la dirección y habían oído hablar no solo de Echeverria y de su colección de coches, sino también de sus grandes conocimientos; de ahí que le consultaran sus problemas para restaurar ahora esos otros dos coches Hispano Suiza que tenían en mal estado. Otra vez se cumple aquí ese dicho de que “nadie es profeta en su tierra” hasta que ha fallecido.
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