Los primeros aterrizajes en Gipuzkoa

Los primeros aterrizajes en Gipuzkoa.

Los primeros aterrizajes en Gipuzkoa

Hace más de un siglo que pasó por aqui la carrera de aviación París-Madrid

Martín García

Quién les iba a decir a los vecinos de Gudugarreta, cuando se unieron a Beasain en 1882, que casi siglo y medio después, en uno de los talleres situados dentro de su antigua jurisdicción, se iba a construir una moderna avioneta biplaza, homologada, y con todos los permisos para volar conforme a los protocolos vigentes. Es cierto que la historia de la aviación en Gipuzkoa empezó en Donostia hacia 1908, pero también lo es que muchas de las personas que propiciaron sus inicios también fueron los iniciadores de las carreras de coches y del circuito de Lasarte.

No vamos a hablar de esa avioneta en esta crónica, tan solo compararemos aquí esas dos épocas tan distantes, mostrando esos primeros ‘artilugios’ y esta obra de arte en la que hemos disfrutado volando por Navarra. El próximo mes veremos datos de su construcción, sus conjuntos, vuelos hechos en los últimos ocho años, etc. Dicho esto, veamos, en solo tres páginas, esa pequeña gran historia de la aviación en Gipuzkoa, sabiendo que hay una espléndida realidad creada en Beasain por el técnico Robert Castellanos entre 2013 y 2017.

Fue en 1908 cuando nació el ‘Real Aero Club de San Sebastián’. Hacia 1909 se empezó a utilizar el arenal de Ondarreta como aeródromo para esos ‘cacharros con alas’ que empezaban a volar por Donostia. A finales de la década 1920/1930 Lasarte se habilitó como circuito de coches, casi siempre con Ramón Irazusta como fiel organizador de eventos, y sujeto activo de este y otros deportes más. La bahía de ‘La Concha’ era el marco idóneo para las exhibiciones de esos audaces pilotos que volaban con más riesgo que seguridad, e incluso amerizaban allí con unos primitivos hidroaviones. Entre los pioneros estaban los donostiarras Vicente Ameztoy, Felipe Azkona y Juan Mugica (este último de ‘Ramón Mugica e hijos’), quienes el 17/5/1909 incluso construyeron un biplano con el que intentaron volar en Vitoria.

En el primer cuadro de cuatro imágenes vemos en la foto 1a uno de esos aparatos amerizando. En la foto 1b a Ramón Irazusta, quien años después también fue vicepresidente del RACG, subido en un avión. Todos ellos y muchos más eran los ‘sportsmen’, así llamados por su filosofía de practicar ‘deporte limpio’. En la foto 1c se observa a Mañero y Mendiburu, dueños del gran Garaje Internacional, creadores del coche Donosti, quienes también fueron amantes de la aviación. A Mañero le vemos en la foto 1d con alumnos de la escuela Granier de pilotos de Vitoria.

Por su vinculación a Donostia, ahora comentamos la famosa carrera aérea Paris-Madrid que organizó el 23/5/1911 ‘Le Petit Parisien’. Tuvo tres etapas: París-Anguleme; Anguleme-San Sebastian; y, finalmente, San Sebastián-Madrid. Hubo 27/28 inscripciones que al final quedaron en solo ocho participantes, aunque el premio de 100.000 francos invitaba a la aventura. Solo uno llegó a Madrid, el 26/5/1911, y así lo narró la prensa de la época a su paso por Gipuzkoa: El 23/5/1911 se disputó la etapa Anguleme-San Sebastián, de 335 km. Roland Garros llegó primero a Fuenterrabia, pero se quedó sin gasolina e hizo un aterrizaje forzoso en Guadalupe, donde espantó un gran rebaño de ovejas que vieron lo que les venía encima. Tardaron más de dos horas en traerle la gasolina para llegar a Donostia, mientras miraba al cielo nervioso esperando ver a Givert, su mayor rival, sin saber que también estaba averiado. Al que sí vio pasar es a Jules Vedrines, que fue el primero en llegar a San Sebastián. Garros llegó a Ondarreta mucho después.

Tras dos días de descanso, esos tres supervivientes salieron hacia Madrid a distintas horas, pero ni Givert ni Roland llegaron a la meta. Eligieron otras rutas para restar tiempo y se quedaron por el camino. Garros cayó en Andoain en el Leizaran y Givert en Olazagutía. Jules Vedrines hizo la última etapa muy tranquilo, y se presentó solo en la meta de Getafe el 26/5/911, donde ganó el premio. El segundo cuadro es una secuencia de esta caótica carrera: foto 2a, es la postal en honor de dicha carrera París-Madrid; foto 2b, son los angares del aeródromo de Ondarreta; foto 2c, es la avioneta de Garros accidentada en Andoain; y, foto 2d, la avioneta de Jules Vedrines, estas dos últimas con sus retratos. Hemos contado esta epopeya, dado que el aterrizaje forzoso que hizo Garros en Guadalupe el día 23/5/1911 es muy posible que sea el primero que se hizo allí. A saber…




Volviendo a los aeródromos, diremos que siendo Ramón Irazusta delegado de la OTIE (después IATA), éste fue el primer ‘adjudicatario’ que gestionó los campos de aterrizaje en Lasarte, fundados el 24/6/1920. Según ‘La Aviación en Gipuzkoa’ del autor Elejalde, para entonces Ramón y su hijo ya habían hecho, el 22/8/1919, uno de los primeros vuelos a motor Biarritz-Lasarte. Este nuevo aeródromo nació con 127.000 m2. El piloto Irazusta era el dueño de la ‘Papelera del Txarama’; otros, como los hermanos Garnier, Benito Loygorri, María Minondo, etc., también fueron pioneros, pero lo dejamos para otro día por falta de espacio. En la foto 3, vemos a Echeverria y Robert montados en la avioneta para sobrevolar Navarra en esa ‘obra de arte’ hecha en Beasain, en la que hemos volado. Le dedicaremos con admiración la próxima crónica.

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