Correr por solidaridad
El equipo Erbi Ameslariak participa en la WOP Challenge de Bizkaia a favor de las enfermedades neurodegenerativas
Prepararse para la Behobia suele ser uno de los objetivos de los que empiezan a correr. Mariaje Maiz y Elena Hidalgo tuvieron un día ese objetivo, pero tras años participando en numerosas carreras, en día 4 de octubre participarán en una de sus carreras más ambiciosas, la WOP Challenge Bizkaia, una carrera solidaria en la que completarán 224 kilómetros por equipos a relevos con su equipo, Erbi Ameslariak.
El equipo se creó hace varios años a partir del grupo de amigos de Elena, pero curiosamente la mayoría de las diez participantes en este evento nunca han corrido juntas. Elena cuenta que «Mariaje y yo nos conocemos de la asociación Triku, para mujeres triatletas y hemos participado juntas en algunas carreras. Pero a las demás chicas las conozco de otras carreras», e indica, «viene una amiga de Girona, María Barceló, a la que conocí en una carrera y con ella he participado en varias ediciones del Trailwalker, para conseguir agua en países del tercer mundo; ella me propuso participar en este reto. Conoció a dos chicas de Madrid, Begoña Puertas y Marisa Guerrero, que también se apuntaron; y por otro lado, hace unos meses participé en una backyard en el que en cada vuelta iba con diferentes personas. A todos les hablaba de la Wop, y así se unió Maria Jesus Castro». Junto a ellas, el equipo lo completarán Montse Fernández, Itxaro Mendizabal, Vanesa Bahon e Idoia Esnaola.
La WOP Challenge no es una carrera al uso, el objetivo no es ganar, sino generar minutos para la investigación de las enfermedades neurodegenerativas. Por ello, además de la inscripción, el equipo ha tenido que aportar 400 euros en donativos para la investigación. «Pueden ser donaciones directas o vendiendo tickets. Nosotras hemos hecho de las dos maneras».
Las integrantes de Erbi Ameslariak participarán en el reto completo, esto es, dar la vuelta a Bizkaia ininterrumpidamente, en 19 etapas. La carreta tiene también otras dos modalidades, un trail de 50 kilómetros en 5 etapas y una caminata de otros 50 kilómetros, también por equipos.
Durante la carrera cada integrante deberá completar una etapa de entre 9 y 15 kilómetros, antes de dar paso a la siguiente. «En total calculamos que cada una haremos unos 40 kilómetros. Durante el día iremos solas pero a la noche tenemos previsto ir dos, porque la noche es muy larga. Mientras las demás estaremos descansando o animando desde la furgoneta de apoyo, donde llevamos la comida, la ropa y el resto del material», explica Elena. «Y tenemos claro que si en algún momento alguna necesita apoyo, nos pondremos a su lado para ayudarle y seguir con la carrera», dice Mariaje.
Aunque ellas entrenan durante todo el año, han completado algunos entrenamientos especiales antes de la carrera. «Elena y yo solemos entrenar martes y jueves por la tarde, después de trabajar, durante una hora, y los domingos hacemos una vuelta más larga por el monte», cuenta Mariaje. Los sábados tampoco descansan, «vamos a nadar».
Elena Hidalgo
Empezó de casualidad a correr, con 46 años. «Estábamos tomando algo con unos amigos y vimos una noticia que los montañeros del club vasco participarían en la Behobia, y dije ‘yo soy montañera y podré participar’, y mi amiga me dijo, ‘si dejas de fumar te acompaño’, y dicho y hecho. Todavía no salía tanta gente y se podía conseguir dorsal. Desde entonces, lleva ya 15 Behobias, a los que se suman cuatro Trailwalker, cuatro maratones de montaña y 20 maratones, entre ellos cinco de Donostia. «Y siempre que puedo, sigo subiendo al monte».
Mariaje Maiz
Comenzó a correr con 30 años. Al principio para salir en la Behobia, a la que después se han sumado otras muchas carreras populares. «Me quedé viuda y con dos hijos pequeños me cogía media hora, y lo único que podía hacer era salir a correr». En la pandemia comenzó con la natación, «una amiga me comentó que existía Triku, y ahí conocí a Elena, y cuando me comentó sobre el WOP Challenge, me apunté. Es una experiencia nueva para mí, que espero que sea muy gratificante».
Itxaro Mendizabal
Comenzó a correr con 40 años por una apuesta. «Nunca había hecho deporte. Hice la Behobia y pensaba que no correría más», pero para sorpresa de todos, «le cogí el gusto y al siguiente año comencé en las carreras de montaña», y ya lleva ocho años. Entre todas destaca la Zumaia Flysch Trail, la Marimurumendi Marathon o la Domusa Teknik MLK. «Me ha dado fuerza, me ha ayudado a ver dónde están mis límites y a sentirme mejor conmigo misma».
Idoia Esnaola
Sus inicios en el deporte fueron a través de las marchas montañeras a los 26 años, y dos años más tarde comenzó a correr, y con 30 años corrió su primer maraton. En estos treinta años ha participado en todo tipo de pruebas, aunque tiene especial predilección por los maratones.
Marisa Guerrero
Desde que tenía 10 años correr ha sido su deporte, y ahora con 40 años, continúa participando en todo tipo de carreras: medias maratones, maratones o carreras de montaña. «Es mi manera de desconectar, de sentirme libre y de seguir creciendo». Ha preparado la WOP Challenge con especial ilusión, «una experiencia distinta que une deporte, equipo y solidaridad y que me recuerda por qué disfruto tanto de este camino».
Montse Fernández
La casualidad hizo que esta irundarra comenzara a correr, cómo no, con la Behobia como objetivo. «Cuando mis hijos estaban en la Ikastola nos encantaba ver pasar a los corredores, y un día le dije a un amigo corredor ‘si yo pudiera…’, pero lo imposible se hizo realidad». Desde entonces, combina sus salidas al monte con las carreras.
María Barceló
Catalana de 64 años, comenzó a correr hace 12 años para ocupar el tiempo libre. Empezó a participar en carreras populares, aunque hoy en día hace maratores y ultra-maratones, entre los que estan Camí de Cavalls o Transvulcania. En esta última conoció a Begoña y a su marido, que se animó a participar en el reto. «Será una gran experiencia para todas, mujeres trabajadoras con familia, y todas encontramos un momento para entrenar y salir a correr».
María Jesús Castro
Desde niña ya participaba en las carreras populares. Su primera Behobia fue con 10 años, aunque poco después dejó de correr y no lo retomó hasta los 42. «Empecé para mantenerme en forma, pero como siempre voy a más, empecé a competir en carreras populares». De ahí, pasó a las carreras de monte, y ha participado tanto en trazados cortos como en ultras de hasta 170 kilómetros. Conoció a Elena en una de las backyards ultras. «Me encantan los retos y este más por ser tan especial».
Vanesa Bahon
Cuando era pequeña jugó a baloncesto y al fútbol, su gran pasión. Se aficionó a correr tras tener familia. Lo que empezó con carreras populares, se convirtió en medias y maratones, hasta que le regalaron una inscripición a una ultra trail de 88 kilómetros. «Cuando me hablaron de este reto tan diferente no lo pensé y me lancé, y encima con un fin benéfico, un plus que hizo que no dudase».
Begoña Puertas
Fue su marido el que la animó a empezar a correr. «Hasta los 24 años pensaba que correr era de cobardes, pero mi marido que entrenaba todos los días para las maratones, me hizo cambiar de idea». Ahora, con 38 años, disfruta «de la libertad, la sensación de conexión con la naturaleza y la paz que transmite este deporte».
Suscribete a la revista Txantxangorri en papel con todos los contenidos de la web, recetas, manualidades, articulos de colaboradores y más! suscribirte aquí.
Síguenos en X, Facebook e Instagram para seguir disfrutando de nuestros contenidos. Además, si quieres hacernos llegar alguna propuesta o informarnos de algún evento puedes escribirnos a txantxangorri@txantxangorri.info. |